¿A qué edad puede volar un niño? El consejo del pediatra y una guía importante para los padres que quieren viajar con hijos.
Muchas familias se preguntan, antes de emprender un viaje, cuándo podrán llevar a sus hijos en avión. La respuesta del experto explica lo importante a saber antes de organizar el viaje.

Air Dolomiti, en colaboración con la Sociedad Italiana de Pediatría, ofrece información crucial para padres que desean viajar en avión con bebés recién nacidos. Si bien la idea de compartir experiencias de viaje enriquecedoras desde los primeros meses es atractiva, surgen interrogantes sobre la seguridad y el momento adecuado para volar con infantes tan pequeños. La iniciativa de la aerolínea busca proporcionar orientación experta para ayudar a los padres a tomar decisiones informadas al planificar sus viajes familiares.
¿Cuándo empezar a volar?
La Sociedad Italiana de Pediatría señala que, técnicamente, bebés sanos nacidos a término pueden volar en avión a partir de las 48 horas de vida. No obstante, recomiendan precaución y sugieren posponer el primer vuelo hasta al menos el séptimo día de vida, debido a la inmadurez del sistema inmunológico del recién nacido y su mayor susceptibilidad a infecciones en las primeras semanas. Si bien no hay una edad ideal universalmente establecida, la opinión predominante entre los pediatras es esperar hasta que el niño tenga entre 2 y 3 meses de edad. Este período permite una mayor maduración del sistema inmunitario y contribuye al fortalecimiento de la estructura ósea del bebé.

El Prof. Gaetano Pagnotta, especialista en Ortopedia Pediátrica del Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma y del Instituto Coni de Medicina y Ciencias del Deporte, ofrece tranquilidad a los padres sobre las enfermedades ortopédicas congénitas, como el pie zambo congénito o la displasia congénita de cadera. Afirma que incluso los niños sometidos a tratamientos específicos, como la colocación de yesos o el uso de aparatos ortopédicos retráctiles, pueden viajar en avión sin contraindicaciones particulares. Sin embargo, es fundamental consultar a su médico antes de emprender un viaje en avión si su bebé es prematuro o sufre una enfermedad pulmonar o cardíaca, para evaluar cuidadosamente los posibles riesgos.
Para garantizar una experiencia de vuelo cómoda tanto para el recién nacido como para los padres, se recomienda seguir algunos consejos prácticos, como programar su viaje en momentos en que su bebé generalmente está más tranquilo o más inclinado a dormir puede marcar la diferencia. Además, alimentar al bebé (ya sea con pecho o biberón) durante el despegue y el aterrizaje puede ayudar a regular la presión en el oído medio, ofreciendo alivio al pequeño. También es imprescindible tener todo lo necesario para cambiar pañales y mantener a tu bebé limpio e higienizado, sin olvidar una muda completa de ropa para afrontar cambios bruscos de temperatura o pequeños accidentes.