Papa Bergoglio muere a los 88 años. El pasado 24 de diciembre inauguró el Jubileo con la apertura de la Puerta Santa en San Pedro.
El Pontífice falleció en la Casa Santa Marta en Vaticano, después de ser hospitalizado al hospital Gemelli de Roma desde la mañana del viernes 14 de febrero para “continuar el tratamiento en ambiente hospitalario de la bronquitis” que ya padecía, pero con el paso de los días el cuadro clínico se fue complicando, hasta el descubrimiento de una neumonía bilateral y el empeoramiento de su estado de salud con varias crisis respiratorias. El papa habia regresado al Vaticano el 23 de marzo de 2025, después de 38 días de hospitalización.
Tras su ingreso en el hospital el 14 de febrero y las primeras investigaciones, se supo que el Papa padece una infección polimicrobiana, lo que hace necesario un cambio de terapia. Sin embargo, el martes 18 de febrero por la tarde, el cuadro clínico vuelve a cambiar: el director de la Oficina de Prensa vaticana, Matteo Bruni, comunica que, basándose en pruebas de laboratorio y radiografías de tórax, el Papa “sufre una neumonía bilateral que ha requerido una terapia farmacológica adicional, y sus condiciones clínicas siguen presentando un cuadro complejo”.
En la tarde del viernes 21, exactamente una semana después de la hospitalización del Pontífice, los médicos que lo acompañaron durante su estancia en Gemelli hablaron en una larga conferencia de prensa en el hospital romano, explicando que la situación de Bergoglio sigue siendo crítica, aunque no pone en peligro su vida.
Sin embargo, la situación empeoró el sábado 22, cuando el boletín médico explicó que el Papa “presentaba una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió también la aplicación de alto flujo de oxígeno”, mientras que los análisis de sangre evidenciaron “trombocitopenia”, es decir, una falta de plaquetas, “asociada a la anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre”. Después de una lieve mejoría, el Vaticano informó el viernes 28 de febrero que el Papa Francisco presentó una “crisis aislada de broncoespasmo”, que ha provocado un repentino “empeoramiento del cuadro respiratorio”. “El Santo Padre, en la primera tarde de hoy, después de una mañana alternando fisioterapia respiratoria con oración en la capilla, presentó una crisis aislada de broncoespasmo que provocó un episodio de vómito con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”.
El lunes 3 de marzo el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que “El Santo Padre presentó hoy dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo. Por ello, se realizaron dos broncoscopias con necesidad de aspiración de secreciones copiosas. Por la tarde, se reanudó la ventilación mecánica no invasiva. El Santo Padre permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento. El pronóstico sigue siendo reservado”. A partir de ese momento, la salud del Papa fue precaria pero vigilada por los médicos del Gemelli, hasta una mejora gradual y continua que llevó a la decisión de regresar al Vaticano el 23 de marzo de 2025, después de 38 días de hospitalización.
Papa Francisco, un pontificado marcado por la enfermedad
Nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, el Papa Bergoglio habría cumplido 88 años en el año del Jubileo. Elegido en la quinta votación el 13 de marzo de 2013 tras la renuncia del Papa Ratzinger, el Papa Francisco fue el primer Pontífice argentino en la historia de la Iglesia. El último viaje apostólico del Papa se remonta a septiembre de 2024, con visitas a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, el viaje más largo de su pontificado.
“El deber del Cónclave era dar un obispo a Roma, y mis hermanos cardenales fueron a buscarlo casi hasta el fin del mundo”, fueron las primeras palabras inolvidables pronunciadas por el Pontífice, mirando desde el balcón de San Pedro el día de la elección. Entre las opciones de ruptura del Pontífice estaba la de no vivir en los apartamentos papales y permanecer permanentemente en Santa Marta, donde vivió hasta su hospitalización en Gemelli el 14 de febrero.
Después de varias caídas en su residencia de Casa Santa Marta, la última intervención quirúrgica realizada por el Papa se remonta al 7 de junio de 2023, por un laparocele alojado en la cicatriz de anteriores laparotomías realizadas en años pasados. La salud de Bergoglio siempre ha sido delicada, desde la operación de pulmón a la que fue sometido cuando era niño hasta la ciática recurrente, los dolores de rodilla, la operación de cataratas y, de hecho, la última operación de colon.
En marzo de 2023, Bergoglio ingresó nuevamente en el Policlínico Gemelli por una infección pulmonar leve, bronquitis, pero la estancia hospitalaria en ese caso fue breve, del 29 de marzo al 1 de abril.
